
Segundo Cernadas, el viedmense que conquistó fama de galán internacional en telenovelas
Vivió su infancia en una chacra del IDEVI. Su padre fue funcionario de Massaccesi y a principios de los 90 empezó su carrera actoral. Hoy está dedicado a la política con el macrismo.
En la tranquila Viedma de los 70, un joven llamado Pedro Cernadas creció arriando caballos y hasta conversando con ellos. Este entorno rural en la chacra del IDEVI y la conexión con la naturaleza marcaron profundamente su infancia. Una clase de teatro le abrió las puertas a “la aventura de lo diferente”, desafiando las expectativas de su padre y enfrentando el reto de sobrevivir lejos de casa a los 19 años, sin ayuda y con una autoestima golpeada por una relación paterna difícil.
Pedro pasó sus primeros ocho años en Río Negro, maravillado por la decisión de sus padres de instalarse en Viedma en 1970, un lugar que él describe como “literalmente en medio de la nada”. Este entorno inspirador lo llevó a soñar con grandes hazañas, aunque en su juventud se conformó con arriar caballos y asistir a la escuela pública, siempre y cuando el viejo Citroën de la familia sobreviviera al camino.
La fascinación de Pedro por la naturaleza y su conexión con los animales le valieron el apodo de “Don Segundo Sombra”, inspirado en la obra de Ricardo Güiraldes. Este apodo se convirtió en su nombre artístico cuando, a principios de los 90, llegó a la televisión de la mano de su representante, Sáenz Valiente. Alejandro Romay, el Zar de la televisión, sugirió que Pedro cambiara su nombre, y así nació Segundo Cernadas.
El legado político y la búsqueda de identidad
La política siempre estuvo presente en la vida de los Cernadas. Jorge, el padre de Segundo, fue asesor de Horacio Massaccesi durante su gobernación en Río Negro, y María, su madre, era una ferviente seguidora del ex presidente Raúl Alfonsín. Esta influencia política marcó a Segundo, quien también sintió la necesidad de dejar su huella en el mundo.
Después de años de pequeños papeles y de protagonizar siete ciclos televisivos en Argentina, entre ellos la recordada “Dulce Amor”, la crisis del 2001 golpeó duramente la industria del entretenimiento. Mientras muchos de sus compañeros se tomaron un año sabático, Segundo decidió seguir trabajando sin descanso, siguiendo el mandato paterno de no detenerse nunca.
Segundo Cernadas no solo había llegado a ser un actor reconocido por los argentinos, sino que también se convirtió en una celebridad en Filipinas y en toda Latinoamérica. Su carrera como galán de telenovelas lo llevó a la fama internacional, demostrando que un joven de Viedma podía alcanzar el éxito en el mundo del espectáculo.
Fue en ese contexto de 2001, de un país en llamas, que se dijo: “A ver... ¿adónde vamos?”. Desfundó su teléfono y apuntó hacia Latinoamérica. “Sí. Me mandé. Llegaba a cada ciudad pensando: ´¡Vamos, a remarla otra vez!´. Porque todo era un recomenzar. Afuera, donde los argentinos resultan por lo menos insoportables, no vale eso de: ´Mirá que en mi país yo hice varias novelas, eh...´. A nadie le importa y mucho menos si hablás usando el ´vos´”. En síntesis, supo abrir la racha en cuestión de siete meses. Cernadas protagonizó Todo sobre Camila (2002, Perú-Venezuela) y de ahí en más, la internacionalidad se sucedió con Bésame tonto (2003, Perú), Pasión morena (2009, México), Bella Calamidades (2009-2010, Colombia), El fantasma de Elena (2010, Estados Unidos), y Ana Cristina (2011, Perú).

Cuando todavía era Pedro, en Viedma, un lugar que lo marcó para toda la vida en su amor por la naturaleza.
Tras hacer un exitazo en Filipinas, volvió a la Argentina y de la mano de su madrina, Patricia Bullrich –prima de su mamá- se interiorizó en la política. Según su propio sitio web, dice:
Soy Pedro “Segundo” Cernadas. Soy actor, emprendedor, productor agropecuario y me sumé a cambiar la política. Nací en Viedma, Río Negro en 1972 y desde 2015, después de veinte años trabajando en novelas y series de televisión, me comprometí para cambiar la política y junto a mis vecinos poner a Tigre en marcha para ser la ciudad más linda de la provincia. Primero fui un año concejal. Renuncié mi banca para sumarme al equipo de gobierno en la provincia de Buenos Aires. Creo que los políticos no deben acumular y por eso en 2017 renuncié a formar parte del gobierno para encabezar la lista que por primera en muchos años derrotó al kirchnerismo y al peronismo en Tigre. En cada elección que participé, logré que más vecinos se sumen a poner en marcha Tigre y aunque en 2019 no pudimos ganar, seguimos creciendo y hoy tenemos más fuerza que nunca en Tigre. Por primera vez desde el regreso de la democracia los vecinos de Tigre están representados por una oposición fuerte en un Concejo Deliberante que tengo la enorme responsabilidad de llevar adelante como su presidente en consenso con todos los sectores políticos de Tigre”.
Agrega que “si tu vida es solamente la política y tu objetivo es ser sólo un político exitoso, me parece que la errás. No es por ahí. Uno tiene que tener su otro trabajo, sus salidas, sus deportes, o tan sólo el ocio con afectos... A veces se puede más y otras se complica. Pero yo reservo ese tiempo para mí y para esa familia que tantos sueños me costó construir. Lo establezco en mi esquema y me obligo a utilizarlo”, relata. A los intentos de meditación, suma las rutinas de gimnasia y, claro, “mi escape más grande: el río”. Practica kayak, windsurf, kitesurf ,”y todo eso que me proponga el agua”, apunta. “Ya no tengo Viedma, ya no tengo el río Negro, pero tengo el Delta. Y me pierdo entre sus islas, detenidas en el tiempo, y entonces todo se me hace un viaje hacia otro planeta”.